"You" o "Cómo justificar a un femicida"
Hoy no les quiero recomendar algo para ver, sino DESrecomendar: “You”, que bien podría llamarse “Justifiquemos al femicida”. Los primeros capítulos de esta serie nefasta me parecieron interesantes, lo voy a reconocer. Me gustó la perspectiva que presentaba, me pareció un nuevo punto de vista, me atrajo la construcción del personaje de Joe, cómo intentaba justificar cada acción violenta y autoconvencerse de que lo hacía por amor, cometí el error de interpretar esto como cinismo por parte del personaje. Todo iba muy bien hasta que empecé a darme cuenta de que la serie constantemente intenta hacernos empatizar con el femicida.
En las dos temporadas más o menos se repite la historia (no voy a dar detalles para no spoilear, aunque mi recomendación es que ni se gasten en verla): Joe se enamora de una chica hasta el punto de la obsesión, la investiga, la sigue, la stalkea, aprende sus gustos y sus constumbres y los utiliza para acercarse a ella. Empieza una relación, la aisla de sus amigues y hace más o menos lo que hacen todos los hombres violentos y controladores. Pero la serie ve más allá. Nos muestra, además, que Joe fue un pobre niño que sufrió abusos, de muy niño y también de adolescente; es un enfermo que no entiende que lo que hace está mal y en el fondo es bueno, porque ayuda a niñes víctimas de abuso o negligencia, en un intento de salvar a su niño interior.
Todos estos detalles sobre la vida pasada de Joe y sus “buenas acciones” con les niñes en ambas temporadas son un burdo intento de les guionistas de hacernos empatizar con un femicida. De mostrarlo como una persona enferma que no entiende lo que hace o que está genuinamente convencido de que eso es amor, porque nunca conoció otra cosa. Esto se evidencia más en la segunda temporada, especialmente al fina y especialmente con la aparición de la nueva víctima de Joe, Love (sí, ese es su nombre), que viene a reforzar la peligrosa idea de que el abuso psicológico y físico ejercido por Joe sobre las mujeres nada tiene que ver con una cuestión de desigualdad de género, sino con una enfermedad.