¿Maternidad como deseo o imposición?

El origen del deseo es el viaje introspectivo de una mujer que sufre por no tener hijos y se pregunta de dónde viene ese deseo. Para dilucidarlo, entrevista a cuatro mujeres con diferentes puntos de vista: una anciana que siente que tener hijos es realizarse, una mujer que está explorando la maternidad, una joven que decidió no ser madre y una mujer de más de cuarenta años que quiere ser madre y no puede. Entre todas van construyendo el imaginario social de lo que es ser una madre.

Los testimonios son muy distintos y, en algunos casos, contradictorios, pero todos coinciden en una cosa: la mujer es la que pone el cuerpo. Desde la mujer que piensa que por su condición biológica la mujer nació para parir por lo que ser madre es su destino, hasta la joven que dice admirar a las mujeres que deciden tener hijos porque tienen que estar dispuestas a dejar todo de lado, todas coinciden en que somos las mujeres las que hacemos el mayor sacrificio al tener hijes.

Entonces, se pregunta la voz en off, ¿por qué ese deseo de ser madre? ¿Por qué estamos dispuestas a dejar de lado nuestras vidas, a someter a nuestros cuerpos a dolores, molestias, sufrimientos? ¿Por qué si no podemos procrear pasamos por todo tipo de tratamientos intrusivos? ¿De dónde surge ese deseo? Spoiler alert: ninguna de las entrevistadas le da la respuesta. El sentimiento de que sus deseos “parecen ajenos” y de que su cuerpo es “un instrumento de creación” siguen ahí. La voz en off nos despide con una frase final, que podría o no ser una respuesta: “Quizás, si logro crear una grieta, la sombra se desvanezca y pueda librarme del deseo impuesto”.

Juno: la maternidad será deseada o no será

 Juno es una adolescente que queda embarazada tras tener relaciones sexuales con su amigo Paulie Bleeker. En una primera instancia, quiere abortar, pero cuando está en la clínica a punto de llevar a cabo el procedimiento, cambia de opinión y decide tenerlo y darlo en adopción. Conoce a una pareja heterosexual de clase media alta, Mark y Vanessa, y firma un contrato con elles.

Esta película, más que sobre un embarazo adolescente o sobre el aborto, trata sobre el deseo y la sororidad. Las mujeres son los personajes con más protagonismo; cada una de ellas intenta llevar a cabo su deseo: Vanessa desea ser madre, Juno desea no serlo y seguir adelante con su vida de adolescente. Logran decidir sobre sus cuerpos y destinos apoyándose la una a la otra, formando comunidad con las mujeres a su alrededor. Si bien los personajes masculinos, como el padre de Juno y el de Paulie, ayudan a Juno a lo largo de su embarazo, son su madrastra y su mejor amiga quienes más la acompañan en el proceso. Es Juno también quien más apoya a Vanessa en su decisión de ser madre, incluso más que su propia pareja.

Además, Juno también cuestiona el modelo de maternidad. Según esta película, la maternidad no es un instinto, ni existe una conexión biológica e invisible de una mujer con su feto. La maternidad es deseada o no es. Juno en ningún momento tiene dudas, sabe que no quiere a ese hije y no lo siente como propio. Vanessa, en cambio, le desea aunque no le cargue en su vientre. A ambas las mueve el deseo y ambas se apoyan en la sororidad de otras mujeres para llevar a cabo ese deseo, por eso podemos decir que Juno es, con todas las letras, una película feminista.

Malamadre, la maternidad como trinchera

¿Qué es ser una buena madre? ¿Qué requisitos hay que cumplir? ¿Cuál es la mejor forma de criar a unx hije? Estas preguntas son justamente las que plantea y NO responde Malamadre, porque la respuesta no existe, porque maternar es algo distinto para cada persona gestante. En lugar de buscar una respuesta, expone: expone inseguridades, miedos y visiones de mujeres que van a ser madres o que ya lo son. Rompe con la romantización de la maternidad y los mandatos preestablecidos de cómo deberíamos sentirnos y cómo deberíamos criar a nuestrxs hijes.

A lo largo de la hora y pico que dura el documental, podemos ver historias distintas que nos muestran el costado de traer hijes al mundo que nadie nos cuenta: como la violencia obstétrica, los momentos en los que se cuestionan el haber sido madres, cómo les afecta la mirada de les otres, cómo cambió su concepción de la maternidad después de haber tenido hijes, etc, etc. Malamadre no solo registra los testimonios de todas estas mujeres magistralmente y con una calidez que nos da una sensación de complicidad con las protagonistas, incluso si no tenemos hijes, sino que, además, resignifica la palabra “madre”, acercándola a la trinchera y alejándola del cuento de hadas.