El caso Toto Salvio y la espectacularización de la violencia
El otro día reflexionaba sobre lo que me habían parecido las primeras 48 horas de conocidas las imágenes de Eduardo “Toto” Salvio y Magalí Aravena, los videos, las declaraciones del abogado y, sobre todo, el tratamiento mediático. La cadena nacional con la que nos despertamos el jueves santo. Una cadena que se fue desarmando cuando el caso dejó de ser de interés de los medios.
Leí algunos tweets, me llegaron varios memes y, también, los crucé en mi Instagram. Lo primero que pensé fue, media dormida, media atenta, (también con ganas de descansar un feriado, no miento) preocupada y enojada, que toda violencia es repudiable, aún si es cruzada (y me quedo con este término para desarrollarlo más adelante). Lo que sí estoy convencida es que jamás la violencia se justifica con más violencia. Eso fue lo que atestiguamos, violencia. Eso consumimos, violencia.
Mientras leía acusaciones cruzadas, opiniones y chistes, empecé a preguntarme por qué no cuestionamos la espectacularización de la violencia y el tratamiento mediático frente a estos casos. Los videos que pasaron una y otra vez. Vimos periodistas deportivos que, con suerte, tienen una compañera mujer en su panel, hablando ligeramente de violencia de género. De no dar un tratamiento como merece un tema de este estilo. Incluso en canales que no son deportivos. Muchos medios, además, decidieron catalogar lo sucedido como un “incidente''. El efecto repetición del video donde se ve al jugador y a Magalí Aravena, esposa y madre de sus hijxs, de una manera incesante. Cansadora, también. La violencia se convirtió en un show. En concreto, la violencia cruzada en una pareja. El resto son conjeturas, desinformación y lo que ya estamos acostumbradxs. Si el jugador estaba fugado, imputado, etc. Nada chequeado, por cierto. Pero lo que si no se vió es un análisis sobre la violencia, tampoco lo vamos a ver porque hoy los medios no cuentan con una Ley Micaela.

De los clubes podemos esperar acciones ejemplares, pero ¿Cuál es el fondo cuando no es la justicia la que actúa con penas esperadas? Los clubes no son el Estado, sino que son espacios de socialización y construyen valores. Esto es cierto.
En 2019, al que considero uno de los puntos de inflexión, hace casi tres años, uno de los pedidos de las mujeres que estamos, vivimos y militamos en ámbitos deportivos era integrar listas y comisiones directivas. Tal es así que todas las listas incluían, al menos, una mujer. Así fue cómo Adriana Bravo, actual Vicepresidenta tercera y presidenta del Departamento de Inclusión e Igualdad del Club Atlético Boca Juniors llegó a estar en una lista. Piensen que celebramos UNA mujer, que con cupo y todo nos dejan afuera. El reclamo, en ese entonces, incluyó la creación de espacios de género y protocolos de actuación. En los dos años de la nueva gestión del CABJ creció mucho. Cuando el caso Villa irrumpió la agenda el Inclusión e Igualdad recién se estaba armando, en medio de una pandemia. Un espacio que consideran solo de mujeres (porque todo lo que es género siempre piensan que es solo de mujeres) y que tuvo que armarse desde la virtualidad. Poco se sabe del trabajo del equipo interdisciplinario, parte también porque tiene que ser un trabajo anónimo. Más allá de eso, el club aún no contaba con un protocolo. Hoy es distinto y se activó el protocolo ante el caso Salvio. Puede gustar o no, pero es un protocolo que contó con muchos meses de trabajo. Un trabajo que se dio gracias a la participación de cientos de mujeres que están dentro de colectivos, agrupaciones, movimientos y que son socias que participan activamente de la vida del club. Y esa lucha no debe ser invisibilizada ni mucho menos subestimada. Pensar en que los 117 años de historia de vida de la institución solo 3 mujeres llegaron a Comisión Directiva y hoy la institución cuenta con la primera vicepresidenta tercera es muchísimo para un espacio hipermasculinizado. El recorrido por el protocolo costó y se logró, ahora queda muchísimo más por conquistar. Pero tengamos en cuenta que hoy casi todos los clubes de primera división cuentan con uno y eso es para celebrar. Aplicarlo y hacer cambios en la manera de actuar, y de pensar. También para meterse con lupa en las formas de concebir a los jugadores porque los clubes también los monetizan y prescindir de uno es prescindir del “patrimonio del club”. Eso escucho a menudo cuando hablo con mis compañeros y compañeras. Los cuestionamientos y las charlas sobre género se dan más seguido de lo que unx cree y eso, también, es un logro. El club cuenta con muchas mujeres, más que en años anteriores, hoy la masa societaria de bebés casi la mitad son niñas. Es decir, tenemos una próxima generación de mujeres que van a poblar las tribunas. Los procesos son lentos, pero no menos importantes.

Retomando lo que decía, el club cuenta hoy con mujeres muy comprometidas y que trabajan incansablemente por tener un club más inclusivo y libre de violencias, pero no es una frase hecha, solo que a nosotras también nos invisibilizan desde nuestra lucha. Garpa más quedarnos con la imagen de Salvio y un comunicado institucional para la prensa. ¿Acaso leyeron sobre el trabajo de los departamentos o de la participación de mujeres en los clubes? No, bueno, eso no garpa. No vende. En eso también quiero discutir algunas opiniones que vertió en Infobae (o como le digo yo “desinfobae”) la compañera Mercedes Funes, que reconozco toda su trayectoria, la admiro. Jamás cuestionaría a quien abraza la causa feminista, su lucha y que le pone el cuerpo. Pero, debo confesar, más allá de que en líneas generales coincido con su nota de opinión, no estoy de acuerdo en que el Club haya querido ayudar SOLO a Salvio. Eso es dar una afirmación de algo totalmente falaz. Pero, repito, no tiene por qué saber ni vende decir que el club tiene mujeres atrás que trabajan y luchan para erradicar la violencia. Y qué loco ¿no? Una vez más tenemos que dar explicaciones y defender el trabajo que hacemos. Pero, Mercedes, no digas que al club en general no le importa tener jugadores con denuncias, porque estás faltándole el respeto a quienes militamos contra eso. Desconoces el trabajo de muchas compañeras. Nos pesa, claro que nos pesa, pero no nos detiene la lucha ni el trabajo. De eso quedate tranquila. Somos nosotras, las mujeres que abrazamos la causa, las que celebramos que hoy la CD tenga capacitaciones de Ley Micaela. Las que, también, entendemos que no es un proceso de un día para el otro pero eso no nos doblega. Pero no nos metas en la misma bolsa ni hables por nosotras porque haces lo mismo que criticas. Es como si yo pidiera respuestas de las periodistas feministas de Infobae cuando el medio cae en titulares machistas. Cuando ante un caso de denuncia contra un periodista no se le pide lo mismo a los medios y eso que son formadores de opinión. O mejor, como cuando FUE INFOBAE el que borró un tweet y un video de este mismo caso cuando se difundió Aravena se subió al capot del auto de Salvio. Son detalles, pero para nada te pido explicaciones a vos.

Porque es cierto lo que Mercedes planea frente al ojo público. Nos esperan víctimas, sumisas, santas y sufridas para ser víctimas de violencia. Nos quieren ver desangradas y llorando para tener que ser las víctimas perfectas. De ahí a justificar o cuestionar hay un largo camino. La violencia cruzada de la que hacía mención es cuando la violencia es recíproca. A veces el victimario es víctima. No es novedad que Magalí Aravena también fue violenta con su expareja y la prima o la actual pareja del jugador. Tampoco que él lo fue con ella al no frenar su auto cuando estaba colgando de la puerta del auto para dejar la escena. Y en esto hago un freno porque leí “cómo le haces esto a la MADRE DE TUS HIJOS?”. Bueno, ahí poniéndola en un lugar específico, creo que con nadie se hace. Vende más, supongo, remarcar su rol es más dramático, pero la violencia atraviesa todos los géneros por igual. En este caso, una pareja pública, pero en televisión la violencia intrafamiliar. La que dio morbo y alimentó programas durante dos días. Asistimos a un show de cámaras, de dimes y diretes, de letrados y letradas dando opiniones sin ningún tipo de formación en género. Desde ya que nada, pero NADA, justifica la violencia. Pero acá hay un nuevo punto de análisis, la violencia cruzada y las formas de alivianarla. No es novedad que algunas parejas son tóxicas, son violentas, ni mucho menos que también las mujeres pueden serlo. En este caso no fue algo unidireccional, pero no por eso podemos desconocer lo que realmente pasa a nivel nacional y a nivel mundial. Hoy nos matan todos los días, o si somos más precisxs, cada 27 horas según el Observatorio Ahora que si nos ven. Estas cifras, claro, son extraoficiales ya que no contamos con cifras certeras. También es cierto que las mujeres mueren sistemáticamente por violencia machista. Hablemos de la violencia y todos sus tipos, eso no es perder agenda porque, miren, el tema ya casi dejó de tener relevancia, salvo por algún chat que siempre filtran desde la justicia o desde las mismas defensas.
Tampoco este texto es una lucha de quién tiene razón, sino una simple opinión de cómo se trató el caso desde distintos puntos de vista. Incluso este no tiene por qué convencerlxs. Como feminista les digo, cuestionemos todo.
Por: Bren Galán