Bajo un manto de respeto y emociones encontradas, varios y varias se acercaron a la Mansión Seré en Castelar para expresarle el último adiós a Norita Cortiñas.

«Norita había sido intervenida quirúrgicamente el pasado 17 de mayo en el Hospital de Morón por una hernia que se sumó a otras patologías que agravaron el cuadro», aseguró su familia a través de un comunicado en el que informaron su deceso.

Luchadora incansable de todas las batallas, Norita empezó su camino por los derechos humanos cuando se unió a Madres de Plaza de Mayo a raíz del secuestro de su hijo Gustavo Cortiñas, ocurrido el 15 de abril de 1977, y del que nunca supo más nada a pesar de la incansable lucha que emprendió desde entonces.

Siempre unida a las causas justas, dijo presente en cada lucha y manifestación popular contra las injusticias. Como Norita ninguna.