PH: Rocío Cárdenas
Por Lupi Ernst, militante popular de Tigre, presente durante la travesía que plantó bandera argentina frente a la mansión del magnate Joe Lewis, en reclamo por la soberanía del Lago Escondido en la provincia de Río Negro.
7 de febrero de 2023
De cara a esa mansión, con los empeines ardidos del sol y los hombros cosquilleantes por el cansancio, después de cinco días de travesía para llegar a destino, mientras remaba reflexioné un par de cosillas; que mi angelito estaría orgulloso y a mi cuidado, que esa banda de FIPCA estaba demostrando la importancia de la convicción política y la unidad de acción ante el enemigo, pero también quería imaginarme la cara de Lewis, hasta que dimensioné que no la conocía, porque así se maneja el poder real, con mafias y tinieblas, ocultando su identidad y sus negocios.
Las caras que sí conocía, eran las de la diversidad del campo nacional y popular, personificada en 60 compañeres con representación política federal, intergeneracional y con perspectiva de género, identificados en organizaciones políticas, sindicales, sociales y estudiantiles, unificados en FIPCA por un claro objetivo; deschavar el enclave colonial, de frente a la mafia cueste lo que cueste, sin dejar atrás a ningune de les nuestres, aunque eso signifique cargarte más la mochila, compartir los escasos recursos, ir y venir con kayaks para buscar al que quedaba en la otra costa, tender una mano en la cornisa, agarrar la guardia más larga en la noche mientras los cipayos te verduguean, pararte de frente a los patotas y mantenerte en silencio, pero siempre de pie. Todo eso lo hacíamos de cara al sol, de cara a sus cámaras invasivas y persecutorias, de cara al orgullo, con la sonrisa ancha y la frente en alto.
La experiencia que compartimos fue integral y épica; con un desgaste físico y mental importante por las trabas constantes que imponía el poder real, lleno de rencor al ver amenazados sus privilegios, que nos violentaba, nos exponía a la adversidad de la montaña, mientras la policía provincial compartía sus camionetas, sus mates y el cordero con el que nos gozaron. También, compartimos con la Columna Juana Azurduy, una riqueza política y espiritual que no vivía hace tiempo, aprendimos y nos apoyamos colectiva y permanentemente, generamos una mística que muches pensábamos cómo haríamos para replicar a nuestro Pueblo, eso intento hacer en estas palabras.
Así fue que celebramos, que nos abrazamos, que lloramos con el himno, y salimos, hasta el último de los alientos, encolumnados y disciplinados de la 7ma marcha al Lago escondido, habiendo cumplido todos los objetivos políticos de esa organización que potencia @fipcaok y que ya está preparando la 8va.
Cuando caminábamos en una de las jornadas, un cumpa del equipo de prensa me hizo decirle a la cámara en quiénes pensaba mientras subía esa montaña, dije que en los pibes de Malvinas, porque nos acompañaban ahí los veteranos y porque nuestra consigna era clara Las Malvinas son argentinas, Lago Escondido también e inmediatamente, en mis compañeres del @peronismo_revolucionario en Tigre, que me permitieron representarlos con convicción.
Esto es poder popular gente, pasen y veanle la cara.
PD: Gracias a todes les compañeres, son el orgullo y la esperanza de los Pueblos.
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