*Por Delfina Pedelacq.

Pasado el mediodía, una multitud se concentró en la rotonda de Ruta 8 y Avenida Márquez en reclamo a las reiteradas situaciones de violencia sufridas por las trabajadoras sexuales de la zona. El lunes 17 de octubre, a Brenda la prendieron fuego ahí mismo. Su remera manchada con sangre y sus zapatillas seguían ahí entre las cenizas. Hoy está luchando por su vida en el hospital Eva Perón con más del 70% de su cuerpo quemado.

Meses atrás, Mónica fue asesinada. Su cuerpo fue hallado sin vida en Campo de Mayo. Marimar sufrió una golpiza brutal de la cual todavía se está recuperando. Ellas vienen denunciando e increpando a los policías por, entre otras cosas, las coimas y las violencias ejercidas.

“Ellos son los delincuentes de guante blanco que hacen su caja chica con nosotras, las trabajadoras sexuales de San Martín”, gritó una de ellas mientras apretaba con fuerza una bandera que decía: “Queremos TraVajar”.

La situación de hostigamiento que reciben es constante en Ruta 8, la zona de trabajo sexual tanto del lado de San Martín como en Tres de Febrero. La policía bonaerense les pide coimas a ellas y a los clientes y, si no se las dan, amedrentan hasta las piñas a las trabajadoras. Se quedan con los patrulleros y las luces apagadas. Si sufren alguna situación de violencia ellos no intervienen. “Nos miran y se ríen cuando alguien viene a violentarse”.

El modus operandi histórico que tiene la policía bonaerense ahí -y que en este último tiempo se acrecentó- es que les piden coimas. Si no las cobran, las interceptan en la vuelta a sus casas y les sacan todo el dinero recaudado. Sino, cuando están con los clientes paran a intervenir y coimearlo mediante amenazas. “Se va a enterar tu familia, vos te estas comiendo a este”, entre otras intimidaciones.

“Desde El Teje y, como organización, la red de cuidados Travesti Trans, hace unos meses tuvimos una reunión con el secretario de Seguridad del municipio por un móvil específico que nos venía hostigando. Se bajaba del patrullero y nos cagaba a palos todos los días, nos robaba la plata del trabajo. Denunciamos eso y nos dijeron que lo iban a sumariar, nunca lo hicieron. Solo lo corrieron y lo llevaron a otro municipio donde, por la red que tenemos, sabemos que en este otro municipio hace exactamente lo mismo”, expresaron desde El Teje de San Martín en diálogo con El Zorzal diario.

“Estas situaciones no son noticia y estamos cansadas de que nos persigan, nos maten y nadie intervenga”, contó una de ellas mientras escribía “Justicia por todas” en un cartel.

“La policia nos sigue violentando, nos sigue estigmatizando, lastimando y cobrando coimas a las compañeras que trabajamos acá en la zona de trabajo sexual todas las noches. Todas estas cosas no se saben, las pasamos las compañeras que trabajamos acá y queda invisibilizado. Nosotras trabajamos el empoderamiento para decir basta, no vamos a permitir más eso. Es momento de que todos los Estados nos vean y tomen cartas en el asunto sobre lo que está pasando acá”, enfatizó Paola Acevedo, referente de El Teje de San Martín.

“Nosotras elegimos el trabajo sexual, pero también tenemos derecho a otros trabajos que no nos están dando lugar. El cupo laboral es muy legal, pero no existe acá”, expresó otra de las trabajadoras. 

Mientras las trabajadoras y todas las organizaciones que acompañaron el reclamo se siguen organizando frente a la violencia, otra pregunta resuena muy fuerte: ¿Quién nos cuida de la policía? 

*Delfina Pedelacq es periodista de El Zorzal Diario de San Martín.