12 de noviembre de 2021
Entrevista y nota: Facundo Martínez.
Matías Criado es psicólogo, diplomado en género, diversidad y políticas de participación en la Universidad Nacional de General Sarmiento y co-fundador de Paternando en 2019 junto a Diego Pins, que se desempeña como counselor. En esta oportunidad, Matías nos relató la mirada de Paternando sobre: la paternidad actual, nuevas masculinidades y el desafío en las licencias de paternidad en nuestro país.
CÓMO SURGIÓ PATERNANDO Y SU DESARROLLO
Matias cuenta que “nace de una necesidad específica personal, ambos somos padres, armar algo nuevo sobre la paternidad que la sociedad dicta, otros padres, papás criando, no fue por nuestra profesión”.
Realizaron convocatorias para padres de manera presencial para contar sus experiencias y sensibilizarse. Además, Matías nos cuenta que desde Paternando realizan talleres sobre: preparto, límites y disciplinas, pareja y sexualidad. También convocaron mediante redes con el objetivo de llegar a diferentes personas, para reveer las prácticas propias como padres en la crianza de les niñes y tener una mirada “desde lo que se quiere hablar y no desde donde uno está parado, repensarse como padres, ya que hay padres que se encuentran solos con esos pensamientos”.
RESISTENCIA O CAMBIO EN LAS MASCULINIDADES
Le preguntamos a Matías si los varones cis presentan resistencias al cambio de paradigma de la paternidad en relación a las tareas de cuidado y crianza de les niñes en los hogares y nos responde que: “Los varones necesitan un cambio, hay ‘nuevas masculinidades’, hay cuestiones de resistencia, vulnerabilidad, por eso hay que hablarlo, repensarlo, desarmarlo, y rearmarlo en permanente deconstrucción desde una comunidad, un ida y vuelta”.
También nos cuenta que hay resistencia de mujeres que no quieren que dejen su rol de proveedor. Es por ello que considera que debe trabajarse desde la interseccionalidad, en relación a las licencias de paternidad. Nos dice que el varón de clase media-media alta tiene más recursos que un varón de clase media baja del conurbano. Sólo los varones privilegiados son los que pueden preguntarse sobre políticas públicas, jardines y espacios de cuidado, ya que las clases más vulnerables están en una realidad diferente porque presentan mayores necesidades y tienen otras prioridades que preguntarse sobre su rol en la crianza.
LICENCIAS DE PATERNIDAD
Nos interesa saber si los estereotipos de género influyen en la normativa sobre las licencias de paternidad, y nos dice que: “Los sesgos de género en las políticas públicas deben entenderse, no como derecho, sino como responsabilidad. Las licencias deben ser obligatorias y la orientación de las políticas públicas en relación a los roles y a la distribución del cuidado”. Se debecomenzar a modificar el rol de varón proveedor y compartir la responsabilidad de ambxs en las tareas de cuidado y crianza .
Entonces, ¿por qué cuesta modificar las leyes de las licencias de paternidad?¿Es una cuestión cultural o hay detrás una disputa de relaciones de poder?. Matías nos relata que las políticas públicas, la salud y la paternidad no van de la mano, hay pequeñas visibilizaciones, micro-naturalizaciones. Por ejemplo, cuando la mujer acude a los controles del embarazo, donde en los consultorios no hay más de una silla, ya que se da por entendido que las mujeres acuden solas, no está pensado para que los varones compartan junto a ellas las consultas.
Le preguntamos si se trata sólo de una cantidad de días o tiene relación con la crianza del niñe. Nos señala que haycontradicciones en ciertas cuestiones: más allá de la cantidad de días, se siguen manteniendo las desigualdades de género en las tareas del cuidado y crianza. Por tal motivo, es que los padres siguen ocupando un rol secundario en ellas y la mujer sigue siendo la encargada natural de realizarlas. Si bien hay modelos que son tomados como ejemplo a lo que habría que llegar, como son los países nórdicos que cuentan con licencias de paternidad de 6 meses y un año, también presentan dificultades en su implementación, debido a que los padres muchas veces ceden sus días a la madre para volver a su trabajo.
Refuerza que “el cambio en sí tiene que ver con un cambio en el rol de los cuidados”.
Por último, nos dice que: “Las licencias debieran tener carácter obligatorio, ser de un mes (ideal como base) a 45, 60 días e ir ampliando lentamente como en Europa, y es necesario que sean acompañadas con cursos de preparto, jardines maternales, espacios de concientización, trabajar la transversalización”.
Se pueden contactar con Paternando a través de IG: @paternando.ok
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