Recomendación

Bye, Bye Blondie: comedia romántica con una vuelta de tuerca

Bye, Bye Blondie es la historia de dos mujeres que se conocen en la adolescencia y viven un romance estrepitoso y pasional. Por las cosas de la vida se separan y, muchos años después, Frances busca a Gloria y se van a vivir juntas a París. A Gloria, que poco ha cambiado desde su adolescencia punk, le cuesta adaptarse a la vida de Frances, que se convirtió en presentadora de un exitoso programa de TV y se casó con un escritor gay para guardar las apariencias.

Realmente la película no me sorprendió mucho. Si bien es novedoso que los dos personajes principales sean lesbianas, si no fuera por eso, podría pasar por cualquier otra película romántica: dos personas se conocen, se enamoran casi a primera vista y tienen que vencer una serie de dificultades para estar juntas, lo que nos demuestra que el amor es lo más importante. Justamente la elección de los personajes principales es lo que le da un toque distinto. Su amor tiene que ser clandestino, por lo menos para Frances, que tiene que guardar las apariencias. Gloria, el estereotipo de punk rebelde (demasiado estereotipada para mi gusto), no logra entender eso y toda la película gira en torno a este conflicto con flashes a la adolescencia, cuando sucedía algo similar: Gloria quería estar con Frances pero Frances tenía que cumplir su rol de hija obediente.

Bye, Bye Blondie es una de las pocas películas que rompe con el binarismo “chico conoce a chica” de las películas románticas, pero este “chica conoce a chica” está plagado de reproducciones del amor romántico. La relación entre Gloria y Frances es, cuando menos, tóxica. Estas dos mujeres se reclaman total atención constantemente, se hacen sufrir y desarrollan una relación codependiente, todo en nombre del amor. El binarismo se pudo haber roto en parte, pero esta historia de amor sigue teniendo un tinte heteronormativo.

Pauta publicitaria

Más de Recomendación