“¿Qué hacen las chicas atractivas? ¿Cómo hacen para ser atractivas?” Esto nos pregunta Melisa Liebenthal en su documental “Las lindas”, en el que recuerda su pubertad y reflexiona sobre los estándares de belleza. ¿Qué implica ser atractiva? Ser flaca, depilarse, sonreír, actuar de cierta forma. Si no actuamos como el resto del mundo espera, ¿dejamos de ser atractivas? ¿O tiene que ver solo con algo físico? Ser deseada, ¿es ser atractiva? Entonces, si nadie me desea, ¿soy fea?

Estas son preguntas con las que convivimos todas las mujeres a lo largo de nuestra vida y la directora las explora a través del recuerdo de su pubertad. Ella y sus amigas recuerdan cómo fue crecer conviviendo con esos estándares que había que cumplir, con gente exigiéndoles que sonrían, que no se comporten como “varones”, chicos esperando que jueguen a juegos en los que había que besarse. Ahora, de adultas, se ríen de la ropa que usaban en ese entonces, de las cosas que hacían, se juzgan siempre desde la mirada de les otres, específicamente, desde la mirada de los hombres. La cámara de Melisa capta el reflejo de esa mirada.

Las lindas nos obliga a vernos como nos ven y como nos vemos a nosotras mismas: siempre con la mirada masculina, juzgando la apariencia, exigiendo cierto peso, cierta cantidad de bello en el cuerpo (o ninguna), cierto tipo de cuerpo, cierto comportamiento. Nos hace darnos cuenta que desde pequeñas convivimos con esa mirada y aprendemos a amoldarnos a ella, somos nuestras propias juezas y nuestras propias disciplinadoras.

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