El día de ayer fue histórico para Tucumán: se aprobó la adhesión de la provincia a la ley Micaela. Tucumán era la última provincia que faltaba adherirse y una de las que más resistencia opuso. Uno de los más férreos opositores a la aplicación de la ley fue el legislador de Fuerza Republicana, Ricardo Bussi, quien, en declaraciones a Futurock afirmó: “No conozco casos de asesinatos por la condición de mujer. Conozco hombres que han asesinado a mujeres por celos, envidia, por depresión, por drogas, pero por el hecho de ser mujer… no conozco ningún homicidio”. El legislador desconoció la figura del femicidio, incorporada al Código Penal desde noviembre de 2012. En lo que va del año, en Tucumán ya hubo diez femicidios, dos de los cuales se produjeron dentro de las últimas 48 hs: a Antonia del Carmen Rojas la asesinó su pareja de un escopetazo delante de sus hijos y a Lorena Zelaya la encontraron en las vías del tren con signos de violencia en su cuerpo.

Aprovechando las dilaciones al tratamiento del proyecto de adhesión, la compañera de bancada de Bussi, Nadima Pecci, presentó un proyecto en oposición en el que se afirma que la ley Micaela es una forma de ideología de género que ataca a al modelo tradicional de familia. La negación a capacitarse en perspectiva de género no responde a un solo partido político. El presidente subrogante de la legislatura, Regino Amado, presentó un proyecto alternativo en el que se vaciaba de contenido la ley, ya que incorporaba la objeción de conciencia (es decir, que funcionarios se negaran a recibir la capacitación), excluía la violencia gineco-obstétrica y permitía que las capacitaciones las dieran empresas privadas, en lugar del Estado. Uno de los firmantes de este proyecto, el radical Raúl Albarracín afirmó sobre la ley Micaela que "la ideología de género tiene fobia al hombre, al matrimonio, a la familia y a la maternidad," convirtiéndose en el vivo ejemplo de por qué es tan necesaria la ley Micaela.

Para desasnar un poco a los legisladores, vamos a explicar muy brevemente los puntos principales de la ley Micaela: establece la creación del Programa Nacional Permanente de Capacitación Institucional en Género y Violencia contra las Mujeres, que tiene el objetivo de “capacitar y sensibilizar” a todes les funcionaries públicos de los diferentes niveles del Estado. Esta capacitación alcanza a todes les funcionaries de los tres poderes, sin importar su jerarquía, forma de contratación o tarea que desempeñen. Todes deben cumplir con esto, ya que de lo contrario estarían incurriendo en una falta grave. Por otro lado, la capacitación está a cargo del Instituto Nacional de las Mujeres y los contenidos apuntan a la prevención de la violencia de género en todas sus formas.

En un país donde en los últimos meses hubo casi tantos casos de femicidio como días de cuarentena, en un país donde aún hay legisladores que desconocen la desigualdad entre hombres y mujeres y disidencias, en un país donde hay legisladores que aún desconocen la figura del femicidio, en un país donde se obliga a parir a niñas en hospitales públicos, en un país donde mueren personas gestantes por no poder decidir sobre sus cuerpos la ley Micaela no es necesaria ES URGENTE.

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