“En el origen de nuestra lucha, está el deseo de todas las libertades”

Carlos Jáuregui entendió el significado que su orientación sexual tenía para la sociedad. Entendió que formaba parte de una minoría y entendió que no gozaba de los mismos derechos de los que gozaban les heterosexuales. No solo lo entendió, sino que lo cuestionó. No solo lo cuestionó, sino que decidió hacer algo al respecto.

Así fue como a su regreso de París, donde participó de una marcha del Orgullo en el 81 y vio que era posible para les homosexuales vivir sin razzias ni detenciones, decidió involucrarse activamente para lograr lo mismo en su país. Con el regreso de la democracia, formó la CHA, Comunidad Homosexual Argentina, de la que fue presidente hasta el 87. En 1991 creó la organización Gays por los Derechos Civiles, con la que encabezó la primera marcha del Orgullo Gay-Lésbico en la ciudad de Buenos Aires. También colaboró con la elaboración del primer proyecto de unión civil de Argentina y con la inclusión de la “orientación sexual” en la cláusula anti-discriminatoria de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.

Muchos de estos derechos por los que Jáuregui luchó hoy son reconocidos en los papeles pero, aún así, sigue habiendo casos de violencia contra personas LGBT+ con un ensañamiento que solo se explica cuando la otra persona está cegada por el odio, cuando reconoce en le otre una amenaza a sus propios privilegios. Aún se ven increpaciones en plena calle, golpizas y/o violaciones correctivas, abuso de autoridad por parte de las fuerzas de seguridad. Aún tenemos casos como el de Higui, como el de Mariana Gómez. Por eso es necesario seguir entendiendo, seguir cuestionando, seguir visibilizando y seguir actuando.